Este es el primero de los necesarios comentarios que suscitan las obras presentadas a competencia en la sexta edición del Evento Puro Arte, auspiciado por la ACAA de Matanzas, que se ha señalado por la preeminencia del hacer artesanal en los predios de lo magistral.
Las razones que esto provocan están sustentadas en una visualidad estética que resalta por el nivel que alcanzan en este sentido determinadas piezas que imponen un nuevo punto de partida para la contemplación y el pensar más allá de la vital funcionalidad del objeto artesanal.
En estos sentidos se inserta con vehemencia la obra Punch II, del artista Ernesto Aguilera Reina, reafirmando una estética que se instaura a partir de la delicadeza, el diálogo con lo histórico y un diseño y acabados de excelencia.
Este es un diseño que representa la marca Punch, suerte de personaje nacido de la sutilezas del manto legendario de la historia británica, creado por el señor Don Manuel López, el cual tenia en mente el mercado inglés cuando fundó esta marca donde el bufón es el símbolo representativo, efectos de la combinación de la distinción y sobriedad de la cultura inglesa con el reconocido carácter que desborda la personalidad del cubano.
El mueble en sí consiste en una elegante caja de tabacos la cual deja al descuido su propia envoltura. El señor Punch, como evento lúdico, sale de su caja y se sube a ella inclinándose y logrando este efecto de movimiento súbito.
Conformada esta historia, el suceso se imbrica al sistema del humidor, sin que esta inclinación necesaria del personaje incida en el sistema de humidificación, estructurado al igual que la gaveta, a nivel horizontal para su correcto funcionamiento, estableciendo el equilibrio fundamental entre forma y función.
Este humidor, con capacidad para contener ciento cincuenta tabacos y varias cajas de tabacos selladas, incluye el diálogo entre técnicas disímiles (Ebanistería, orfebrería, grabado, marquetería, repujado en metal) que logran el elemento de lo estético decorativo a través de una coherencia del diseño, devenido en magistral sutileza.
Los materiales utilizados en su confección también desbordan por su permanencia en el hacer de lo decorativo: maderas de Caoba, Cedro, Ébano, Ácana, Madera amarilla, lidiando con los metales de la plata, el bronce, el cobre y la utilización de piedras semipreciosas. Esto, y un eficaz acabado en mate con poliuretanos.
He aquí entonces una obra artesanal que establece ahora una mesurada factura.El repujado es limpio y proporcional, a nivel del grabado que también demuestra la eficacia del don y el oficio. La marquetería que apuesta por el diseño y la confluencia también del efecto del color natural. Todo esto con un virtuosismo avalado por la confluencia de técnicas y materiales, haciendo la obra completa, sin excesos ni estridencias.
Es en esencia lo regio de la cultura inglesa estableciendo un diálogo metódico con el espíritu –burlón- del bufón, de su legendario afán de divertimento, revertido en la búsqueda del placer que ofrece también la cultura del habano y la del cubano.
Este es uno de los grandes momentos del evento Puro Arte, donde la pasión por el trabajo y el oficio demuestran irremediablemente las amplias posibilidades y las vocaciones que este puede mover y suscitar.
Este es solo un paso, esperemos las otras miradas y las otras obras.
Las razones que esto provocan están sustentadas en una visualidad estética que resalta por el nivel que alcanzan en este sentido determinadas piezas que imponen un nuevo punto de partida para la contemplación y el pensar más allá de la vital funcionalidad del objeto artesanal.
En estos sentidos se inserta con vehemencia la obra Punch II, del artista Ernesto Aguilera Reina, reafirmando una estética que se instaura a partir de la delicadeza, el diálogo con lo histórico y un diseño y acabados de excelencia.
Este es un diseño que representa la marca Punch, suerte de personaje nacido de la sutilezas del manto legendario de la historia británica, creado por el señor Don Manuel López, el cual tenia en mente el mercado inglés cuando fundó esta marca donde el bufón es el símbolo representativo, efectos de la combinación de la distinción y sobriedad de la cultura inglesa con el reconocido carácter que desborda la personalidad del cubano.
El mueble en sí consiste en una elegante caja de tabacos la cual deja al descuido su propia envoltura. El señor Punch, como evento lúdico, sale de su caja y se sube a ella inclinándose y logrando este efecto de movimiento súbito.
Conformada esta historia, el suceso se imbrica al sistema del humidor, sin que esta inclinación necesaria del personaje incida en el sistema de humidificación, estructurado al igual que la gaveta, a nivel horizontal para su correcto funcionamiento, estableciendo el equilibrio fundamental entre forma y función.
Este humidor, con capacidad para contener ciento cincuenta tabacos y varias cajas de tabacos selladas, incluye el diálogo entre técnicas disímiles (Ebanistería, orfebrería, grabado, marquetería, repujado en metal) que logran el elemento de lo estético decorativo a través de una coherencia del diseño, devenido en magistral sutileza.
Los materiales utilizados en su confección también desbordan por su permanencia en el hacer de lo decorativo: maderas de Caoba, Cedro, Ébano, Ácana, Madera amarilla, lidiando con los metales de la plata, el bronce, el cobre y la utilización de piedras semipreciosas. Esto, y un eficaz acabado en mate con poliuretanos.
He aquí entonces una obra artesanal que establece ahora una mesurada factura.El repujado es limpio y proporcional, a nivel del grabado que también demuestra la eficacia del don y el oficio. La marquetería que apuesta por el diseño y la confluencia también del efecto del color natural. Todo esto con un virtuosismo avalado por la confluencia de técnicas y materiales, haciendo la obra completa, sin excesos ni estridencias.
Es en esencia lo regio de la cultura inglesa estableciendo un diálogo metódico con el espíritu –burlón- del bufón, de su legendario afán de divertimento, revertido en la búsqueda del placer que ofrece también la cultura del habano y la del cubano.
Este es uno de los grandes momentos del evento Puro Arte, donde la pasión por el trabajo y el oficio demuestran irremediablemente las amplias posibilidades y las vocaciones que este puede mover y suscitar.
Este es solo un paso, esperemos las otras miradas y las otras obras.
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