Al cumplir sus quince años de fundado, se le debe agradecer al Museo del Tabaco la intensa labor de promoción e investigación desarrollada en torno al papel de ese cultivo, de ese codiciado producto en la historia de Cuba, e incluso del mundo.
Perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, es la única institución en Cuba destinada a conservar y mostrar colecciones vinculadas a la cultura generada por el tabaco, y expone instrumentos para procesar la hoja, pipas, encendedores y otros enseres del arte de fumar, además de una vasta colección de piedras litográficas y marquillas de prestigiosas marcas de puros.
Desde que se creara exactamente el 26 de febrero de 1993, ha organizado múltiples actividades para profundizar en las diversas repercusiones del tabaco, según explicó Zoe Nocedo Primo, directora del Museo, en una conferencia impartida como parte de la jornada teórica de Puro Arte. Pasión por la Artesanía. Destacó de manera especial el simposio internacional Habana-Habanos, evento científico que ya cuenta con dos ediciones (2005 y 2007), y que debate temas de producción, arte y vínculo humano.
También se refirió al coloquio Las Flores del Habano, el concurso Rodrigo de Xeréz, a tertulias con personalidades diversas y a talleres, exposiciones...
El Museo del Tabaco se halla en una edificación del siglo XVIII, en la calle Mercaderes número 120. Posee tres salas expositivas, dos recibidores y una Casa del Habano, inaugurada en mayo de 1994, cuya peculiaridad está en radicar junto al museo, lo cual la distingue entre las 92 entidades comercializadoras de puros existentes en el mundo.
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